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Comunidad LGBT y sexualidad del adulto mayor

Última actualización el 25/abril/2017

Existe un pueblito, justo en la punta de la península de Cape Cod en Massachusetts que se llama Provincetown. Ese lugar es importante en la historia de los Estados Unidos de América porque ahí el 11 de Noviembre de 1620 descendieron los peregrinos (pilgrims) del Mayflower, estableciendo la primera comunidad en territorio americano.

Pero Provincetown tiene otra peculiaridad, durante años fue el lugar a donde acudieron gays y lesbianas ante el aislamiento de la comunidad, de por si bastante conservadora del Este de los de la Unión Americana. Hoy es esto lo que le da un sabor especial.

Aun recuerdo el día que llegué ahí, desde que uno arriva puede notar la diferencia, rentamos un automóvil en Boston y recorrimos toda la península, llena de pintorescos pueblitos de casas blancas a ambas orillas del mar, con sus jardines, y casi todos la bandera de los Estados Unidos en la puerta. El típico pueblito que vemos en las películas. Faros a cada paso que le dan un sabor sumamente especial y romántico, recordemos que las corrientes del Atlántico a estas alturas son traicioneras (la mismísima historia del Mayflower nos lo recuerda). Al final de la península, atraviesa una serie de dunas y el paisaje cambia, las casas son de colores llamativos, si están las banderas de barras y estrellas pero a su lado, está la bandera de la comunidad LGBT.

Fue en este pueblito donde por primera vez, vi sin tapujos adultos mayores del mismo sexo tomados de la mano y caminar sonrientes. Y es que hoy en día, aún dentro de la misma comunidad, resulta raro verlos así de abiertos, no importa en qué país del mundo estemos, aun cuando nos vayamos abriendo a una comunidad más variada en cuanto a preferencias sexuales, los mismos gays no pueden ocultar su asombro cuando ven octogenarios tomados de la mano. Fueron ellos los que hicieron de Provincetown este paraíso, donde la libertad y el respeto entre todos es la norma, no importa que religión tengas, a que ideología política pertenezcas, de qué raza seas, en Provincetown te sientes en casa, mientras tomas un clam chowder, saboreas una langosta al estilo Nueva Inglaterra, un pan de calabaza y una cerveza artesanal local.

Fue un lugar especial que disfruté enormemente, al que sin duda regresaré, y que hizo que me enamorara de la península en general, convirtiéndola en un lugar de esos en donde sueñas con poner tu casa junto al mar (a pesar del frío).


Es por eso que cuando leo el especial de The Gerontologist donde se trata tanto el problema de la discriminación hacia la comunidad de adultos mayores LGBT me siento forzado a hablar de ellos. No entiendo por qué aun tenemos que vivir en marcando tantas diferencias, cuando queda demostrado que es posible vivir en unión, pacíficamente, en forma colaborativa.

Por otro lado, no sólo es en la comunidad LGBT dónde se ven esos problemas, en realidad a la sociedad le resulta muy complicado pensar en que los adultos mayores puedan tener una vida sexual activa, pensamos que el apetito sexual desaparece, y no es así, el sentimiento sigue, la necesidad del contacto físico es permanente, ya sea sexual o meramente afectivo.

Si les cuento esto, pensarían en los hombres con impotencia sexual, obvio que existen, que es un problema con mayor incidencia a esta edad, pero curiosamente en mi consulta quienes piden que se atienda al marido a ese respecto son las mujeres, lo que habla de que los clientes de Viagra no son sólo hombres, que no son únicamente los hombres los “viejos verdes”, una forma de degradar, sí, al hombre por su necesidad de contacto físico y afectivo, sino que también son las mujeres, quienes por otro lado tienen dificultades ante los cambios hormonales, de secreciones y hasta anatómicos que las llevan a presentar relaciones sexuales dolorosas, falta de apetito sexual, que curiosamente no significa que no quisieran tenerlo.

Es un problema que no se ha atendido, un problema olvidado por los mitos y tabúes y porque pensamos que nunca llegaremos a eso, es en definitiva un caso de discriminación, social, médica, etc.