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Los traumatólogos deberían alinear los chackras

Última actualización el 20/octubre/2015

¿A quién acude un homeópata en caso de sufrir un infarto? ¿A otro homeópata? Permítanme dudarlo. Un acumputurista en un accidente automovilístico ¿va a que le alineen los chackras? No lo creo. Y usted, ¿cree en la homeopatía?

Hace un par de semanas subía en El Ocio de la Ciencia un video sobre una sala de urgencias «homeopática», posterior a ello me sentaba a escribir sobre la «fotosíntesis humana«, tema en el que ya no ahondaré más por considerar que estaría dándole publicidad innecesaria e injusta, pero precisamente hablando de ese tema es que nace este artículo, hoy sí publicado en aquí en Medtropoli.net por el hecho de que viene desde la perspectiva del médico y no del científico en general.

Pues bien, tras escribir el artículo sobre fotosíntesis humana y como lo tenía previsto, empezaron a caer los comentarios de sus defensores, unos en forma más respetuosa e inclusive valiente publicándolo en el blog, otros por Twitter, etc. pero todos en conjunto no dejan de sorprenderme, inclusive critican que mi única fuente de conocimiento sobre el tema fuera internet y el suyo ¿cuál es?. La realidad es que aunque conocidos, hay fenómenos que no dejan de asombrarnos y el hecho de la fe ciega en algo para mí incomprensible. Trataré de ser breve, conciso y muy preciso:

Me impresiona como la gente puede creer que la Medicina lejos de ayudar a perjudicado a la humanidad, si bien es cierto el argumento que quieren utilizar de que la industria farmacéutica se ha enriquecido, una realidad es que también la investigación entorno a un medicamento es muy cara y que lamentablemente es en el costo de los medicamentos donde se tiene la posibilidad de recuperar la misma. Así que con dicho argumento refuto los supuestos costos «económicos» de los tratamientos alternativos, cuestionando en dónde se basan para asegurar que un producto diluído n veces en agua es curativo. Pero vamos más allá, para las diluciones que se suponen que hacen, el costo de la botellita de 20 ml de agua se me hace excesivo, ya de por sí creo un robo lo que cuesta una botella de agua «purificada» en el mercado.

Pero vamos, que me dicen que si la Farmacéutica como técnica aplicada de la Química, la Biología y otras ciencias no ha servido porque el número de enfermedades a incrementado, me dice que quien tengo enfrente es un perfecto ignorante de la Epidemiología, de los cambios sociodemográficos y epidemiológicos, de la reducción en enfermedades infectocontagiosas, en gran medida atribuíble a las vacunas que tanto atacan. Hoy en día la gente vive 80 años, cuando hace menos de un lustro la esperanza de vida en muchos países no llegaba ni a la mitad.

Cuando se demuestra que alguien esta robando una investigación, ahí mencionan que no «importa» quien se «cuelga la medallita» y por lo tanto tampoco quien percibe el dinero que van a pagar por determinado medicamento o producto, ¿no es contradictorio a sus argumentos contra la industria farmacéutica? Entonces, ¿el fin justifica los medios?

Pero vamos, lo pongo simple y resumido como lo prometí, cuando acude un paciente al médico por diarrea, diabetes mal controlada, hipertensión, de nada sirven los 6 años de carrera estudiada, más el tiempo invertido en una especialidad en muchos de los casos y el tiempo y dinero que el galeno invierte en continuar actualizado (cursos, congresos, revistas, etc.), la consulta es un robo, le ven la cara. Es mejor pagarle a alguien que tomó un diplomado en línea, que le va a poner unos imanes, le recomendará unos cuarzos y le dará unas gotitas de arsénico diluído millones de veces,  todo por el costo tal vez 30% más bajo que el del médico (sino es que igual o más caro) y es que el chochero si lo va a curar. ¿Por qué entonces confían en la Medicina, sus fármacos y sus practicantes cuando están teniendo un infarto o sufrieron un accidente automovilístico? ¿Por qué no van con el huesero para que les cure la fractura de cadera? Mejor vayan con su homéopata para que les dé algo que revierta el infarto o el evento cerebrovascular.

Entiendo que la desesperación puede llevar al hombre a hacer cosas insospechadas, pero en la mayoría de las ocasiones la gente no está desesperada, simplemente quiere «ahorrar» unos pesos ahora y cuando las gotitas no funcionaron, entonces es un robo lo que el médico u hospital cobran por solucionar las consecuencias, que siempre son más complicadas y caras de atender, por su puesto, si no se revierte el infarto, la culpa será del médico, no del chochero y mucho menos del paciente que decidió suspender la metformina por tomarse la yerbita del merolico.

Me veo en la necesidad de volver a poner el video, nada como las imágenes para sintetizar.

Lo que a este hombre le faltó es que teniendo una desviación de los huesos por el accidente, les alinearan los chackras.