Saltar al contenido

Terapia cuántica y estafas médicas

Última actualización el 11/febrero/2016

Nada más vil que aprovecharse de los demás, particularmente cuando se encuentran vulnerables, sin importar si es secundario a un problema económico, salud, ignorancia, debilidad física o mental, diferencia social, laboral, etc. o una combinación de ellas.

En mi trabajo me toca ver como la fragilidad en el estado de salud, ya sea propio o de un familiar, hace blanco de timadores y abusadores a las personas. Aun me enoja más el hecho de que quienes se aprovechan del dolor ajeno sean gente que ostenta un título médico, incluso postgrados, pero aún as recurren al engaño para obtener beneficios.

Resulta fácil identificarlos, suelen venderse como “el buen samaritano”, aplican lo que denomino “patrón de la víctima” y suelen vender lástima para que la gente se apiade de ellos, juegan al típico “pobre doctor/señor/licenciada/compañía, él/ella/ellos tan bueno/buena/buenos y el mundo que conspira contra él/ella/ellos, cuando sin fines de lucro ponen al servicio de todos sus conocimientos/herramientas/descubrimientos que curan todo, pero los grandes laboratorios y médicos nos engañan”.

La fórmula se completa cuando además de ser terapias/suplementos/medicamentos, estos cumplen una o más de las siguientes características:

  • Es milenaria, antiquísima, tradicional, heredada desde tiempos antidiluvianos.
  • El buen samaritano es quien la descubrió/rescató de ultratumba/salvó del olvido/inventó (esto último, puede ser cierto, lo de inventar… digo).
  • Es cuántica.
  • Es molecular.
  • Usa nanotecnología.
  • Usa tecnología de la NASA.
  • Es ruso, alemán, japonés o de Estados Unidos.
  • Es natural.
  • Sin esfuerzos.
  • Sin dietas forzosas.
  • Sin ejercicio.
  • Sin dolor.
  • Algún famoso, deportista, personaje público, político, etc. da fe de su eficacia
  • ¿Se te ocurre alguna otra?

 

En fin, ya he hablado de algunos casos, por ejemplo la Fotosíntesis Humana y su creador, víctima de miles de ataques entre ellos el mío, el doctor Arturo Solis Herrera. Que bueno, ahora me entero gracias a un artículo de Obrero Futurista, que el estafador ya fue demandado por CONACYT debido a que los $3,400,000.00 que se le dieron para su investigación NO FUERON BIEN INVERTIDOS, es decir que ES UN FRAUDE. Lo que yo no acabo de entender es ¿cómo fue que CONACYT le prestó ese dinero? (Recordemos que encima él aseguraba que nadie le había prestado nada, patrón de la víctima), pero eso sí ya tiene al menos tres centros, bastante visibles y en zonas nada económicas en el Norte y Centro de la Cd. de Aguascalientes.

En fin, que venderle, o mejor dicho, estafar a alguien que se encuentra vulnerable ante la desesperación de una enfermedad, generalmente incurable (Alzheimer, psoriasis, diabetes mellitus, etc.) o al menos con muy mala reputación como lo es el cáncer, es sumamente sencillo, he visto caer a personas preparadas en el ámbito científico que dicen: «¡pues ya como último recurso!». Los resultados son siempre los mismos o muy parecidos, una supuesta mejoría, más proveniente del efecto placebo/sugestión ya sea del paciente o del familiar y después la evolución natural de la enfermedad, si acaso modificada por los tratamientos científicamente controlados.

¿Pero qué me llevó a escribir esta vez de esto?

La verdad como no soy mucho de ver la televisión y mucho menos enterarme del mundo de la farándula (que ya sé que es cultura general, pero al no poder abarcarlo todo he decidido eliminar de lo que realmente es “menos esencial” como diría el Lic. Manuel Cortina Reynoso), y es que los chismes de los famosos no veo cómo nos puedan ayudar, pero a eso sí ¡ah cómo se le invierte! Retomemos, que ya sabes que me gusta divagar…

Como decía, no soy mucho de ver las notas “rosas” así que yo no tenía ni idea de que a Rogelio Guerra le habían diagnosticado algún tipo de demencia, ya sabemos ya le dieron diagnóstico de “Alzheimer” pero más bien parece una demencia vascular, ya que tiene el antecedente de un evento cerebrovascular (embolia) antes de toda esta faramalla. Me fui entrando no sé por qué artes a través de un video de Youtube, en donde lo entrevistan y aún con secuelas visibles, asegura que está mucho mejor gracias a este lugar maravilloso.

No hace falta averiguar mucho para dar con la página del Dr. Israel Finkelstein, quien lamentablemente en su currículum enlista una serie de instituciones a las cuales les tengo cariño como son el Hospital Español y el Hospital General de México, pero ¿qué culpa tienen estas de lo que hagan sus egresados? Y ha sido premiado por la comunidad judía de México (¿qué diría Einstein de esto?). En fin retomemos, un hombre, como decía yo antes con tantos posgrados recurre a hacer farsas y teatros para engañar a la gente: terapias cuánticas que restablecen todo, con un actor renombrado que le hace publicidad e incluso inaugura una sala de terapia con su nombre e invita a otras “personalidades” del espectáculo para su apertura y le dedican casi 15 minutos en programas de televisión, en ambos casos Carla Estrada está implicada. (Y vean el video, el Dr. Finkelstein asegura que los acuestan en colchones especiales, no son sino mesas de exploración económicas o reposets de Muebles Troncoso) ¡Vamos que cumple con todos los requisitos citados previamente para una terapia fraudulenta y pseudocientífica!

Asegura que tiene miles de pacientes atendidos en clínicas localizadas en zonas exclusivas de la Ciudad de México y Zona Metropolitana, y es que el caer en este tipo de engaños no es exclusivo de poblaciones económica y culturalmente desfavorecidas, es más, los mayores engaños son a quienes más tienen, que muchas veces caen en la tentación, como ya lo hemos dicho antes, de que si pagan mucho la terapia ha de ser mejor.

¿Pero si Rogelio Guerra asegura que no podía ni hablar, cómo es que ahora lo vemos mejor y te atreves a desprestigiar a tan buen médico? ¿No ves que la terapia cuántica si sirve?

Bien, lo que el actor tuvo, y lo dicen los mismos familiares y médicos a los medios fue un “trombo” o “embolia” o en otras palabras un infarto cerebral, tras este proceso, el cerebro se “inflama” y “llena de líquido”, lo que los doctores llamamos edema. Popularmente es sabido que por lo general en estos pacientes les decimos que hay que esperar para conocer la magnitud real del problema. Pues bien sin mucho conocimiento de este caso en particular, pero si con cientos en mi experiencia y millones en la literatura (estos sí publicados y no anecdóticos), puedo asegurar que tras el evento, el paciente en una inmensa mayoría ve afectadas varias de sus funciones y en un gran porcentaje de las ocasiones el habla. Tras “desinflamar” o disminuir el edema cerebral el paciente empieza a mejorar y esto lo hacen prácticamente solos, no hay ningún tratamiento, nosotros sólo vigilamos y realizamos terapias de rehabilitación prevención secundaria o lo que es lo mismo, tratamos que el cuadro no se repita, o al menos disminuir la probabilidad de un nuevo evento.

En resumen esta vez la supuesta curación de Rogelio Guerra si fue “natural” y no debida a ninguna terapia cuántica (si si Max Planck abriera los ojos y viera en que usan el término quantum se volvería a morir), ni la ortonutrición ni la “oxigenación” los responsables de esa mejoría. Pero bueno, pongamos nuevamente en la canasta del escepticismo mis conocimientos, supongamos que Finkelstein si tiene una “cura” reguladora de toooodo. ¿Por qué nuevamente sufrió un evento cerebrovascular el actor? ¿Qué diferencia hay entonces con lo que ahora hacemos los médicos? Al parecer no hubo tan buena evolución y nuevamente está balbuceando y con dificultades para hablar, aunque digan que no hay complicaciones neurológicas. Y bueno, sin tan maravilloso es su técnica y tan mala la terapia que yo defiendo, la científica, ¿por qué tuvo que ser atendido nuevamente en un hospital por una infección renal? ¿No pudieron detectarla/controlarla con los aparatos rusos? Se hubiera ido al centro del dr. Filkenstein.

Lo mejor es que empezó siendo un centro de diagnóstico, con una técnica asombrosa (falsa obviamente) y ahora ya es un método curativo. Pero bueno no me crean a mí, ya que Solís y Filkenstein les gustan los reportes de casos y las fotos del antes y después, vean la evolución de las fotografías y videos del actor en cuestión en tan sólo un año, aunque en los encabezados insistan que está mejorando y no hay secuelas neurológicas, ¿ustedes que ven? Eso sí, siempre anda a su lado el Dr. Filkenstein, ¿realmente atiende tan de cerca a todos sus pacientes? ¿Entonces dónde están los demás o es que acaso sólo está junto a Guerra como publicidad? ¡Qué mal pensado soy!

Diría Pere Estupinyà que al hablar de estos farsantes sólo les hacemos propaganda, pero no puedo quedarme callado viendo como le ven la cara a la gente, al menos tengo que decirlo, ya si van aún habiéndome leído, creyendo que es la resurrección del mesías, ya no será por ignorancia, y ante la estupidez no tengo ningún remedio, sólo la extinción, y a eso los llevan Filkenstein y Solis, así que viéndolo bien, son parte de una terapia depurativa mundial.

Les dejo el video de la “clínica” de Filkenstein, para que se rían un poco de él y su mano derecha, pongan atención, ¡es como si vieran la reencarnación de Cantinflas!

Notas agregadas tras la publicación del artículo:

10/Febrero/2016

Algunas otras características de estos tratamientos milagrosos:

  • No son invasivos.
  • Aprobados por la FDA.
  • NO CURAN, AUTORREGULAN. Este es un truco aprendido por estos merolicos modernos, la COFEPRIS (Organismo regulador de fármacos y tratamientos en México) y otras dependencias similares a nivel mundial no los detienen debido a que «no ofrecen curar». Al final los pacientes van porque dicen que los curan, aunque no lo dicen (y tampoco lo hacen, pero bueno, eso ya lo hemos dicho).