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La ciencia mexicana a pesar del presupuesto

Última actualización el 22/junio/2020

No todo tiempo pasado fue mejor, aunque en esta ocasión lo que ha sucedido es que pasamos de mal a peor. No es la primera vez que toco el tema del raquítico presupuesto que se le otorga a la ciencia, ni en este, ni en los últimos tres sexenios que llevo jugando al opinólogo. Creo que es un tema que sobre el que se debe profundizar más.

José López Guerrero, virólogo y divulgador español, repite infinidad de veces en su programa de radio Entre probetas: “Un país no investiga porque es rico, es rico porque investiga”. No es complicado ver el patrón existente entre el presupuesto otorgado a la ciencia y las posiciones en el ranking de los países más ricos o poderosos del mundo. Basta buscar en la historia y ver como Alemania, Japón y otros países se levantaron de entre las cenizas después de las dos grandes guerras.

Presupuesto raquítico para la ciencia

Pero en México se invierte poco en ciencia. Y ahora no sólo eso, sino que se denuesta el trabajo de los científicos e investigadores. Se crean nuevas clasificaciones como “la ciencia neoliberal”, y no se cuánta patraña, para justificar un recorte aún mayor al presupuesto asignado a este rubro e, incluso, la restricción de prestaciones a los científicos mexicanos, muchas veces ignorando que no eran lujos sino requerimientos para sus trabajos de cooperación internacional.

Uno hubiera esperado que con la pandemia de COVID-19 se entendiera la importancia de la ciencia en México. Hubiera, del verbo soñar no cuesta nada. Esperado, del verbo sigue soñando.

Un títere a cargo de CONACyT

Pero el papel de la directora del CONACyT, Elena Álvarez-Buylla, ha sido malo, por no decir carroñero. La ecóloga no defiende el presupuesto dedicado al desarrollo de ciencia y tecnología, sino que aplaude y justifica, en plena pandemia, los recortes.

A esto súmele sus patéticas apariciones públicas en las que lanza promesas carentes de sentido y que únicamente demuestran su completa ignorancia del trabajo científico, ese que se supone realiza, pero en el que sólo atina a hablar del “espíritu del maíz”. Criticábamos a cierta alcaldesa por prometer que con elotes solucionaría el problema de suicidios en el municipio de Aguascalientes, las declaraciones de la directora de CONACyT la hacen lucir brillante.

Álvarez-Buylla, como buen producto de la 4T, llegó con la espada desenvainada. Tardó más en tomar su puesto que en señalar supuestos enemigos del país. Entre ellos debía tener una figura entrañable, un científico renombrado y querido por la comunidad, decidió escoger al doctor Antonio Lazcano.

El chivo expiatorio

Dr. Antonio Lazcano. Fuente: nutriciondemonios.com

¿Quién es el doctor Antonio Lazcano? Un científico mexicano, especializado en biología evolutiva, profesor de la Facultad de Ciencias de la UNAM, miembro del Colegio Nacional, y divulgador de ciencia ampliamente reconocido a nivel internacional. Entre otras cosas fue colaborador de la NASA en el Instituto de Astrobiología y alumno de Lynn Margullis. En fin, podría dedicar la columna entera a desarrollar el currículum del investigador, no se trata de ello, tienen Wikipedia.

En un artículo publicado el 8 de junio en Reporte Índigo, el doctor señala: “Lo que quiere llegar a hacer ella es a controlar la ciencia; la doctora María Elena Álvarez-Buylla puede tener el poder, pero desde hace mucho perdió la autoridad […] Cuanta cosa intenta le falla”. Recordemos que la directora de CONACyT pretendió sacar Lazcano de las comisiones dictaminadoras de la institución, el científico apeló legalmente y recuperó su nombramiento.

Pero Antonio Lazcano no sólo se queda así, da una bofetada con guante blanco y demuestra que la ciencia mexicana, a pesar del escueto presupuesto, vale y trabaja en pro de la población, no sólo nacional, sino también internacional.

La ciencia comprometida a pesar del presupuesto

El 9 de junio salió publicado en Nature Scientific Reports un artículo firmado por el Dr. Lazcano y su grupo titulado “Sofosbuvir as a potential alternative to treat the SARS-CoV-2 epidemic”.

En él describen que tras un análisis de computadora en donde comparan las diferentes moléculas el virus SARS-CoV-2 y distintos medicamentos encuentran que el Sofosbuvir, un fármaco que actualmente se utiliza para el tratamiento de la hepatitis C, puede ser útil en el tratamiento de pacientes con COVID-19 y no sólo eso, parece pudiera ser útil también en el manejo del SARS-CoV-1 y MERS.

Estrictira tridimensional del ARN polimerasa del SARS-CoV-2
Estructura tridimensional de la ARN polimerasa dependiente de ARN del SARS-CoV (nsp12) y su subdominio de la palma. ( a ) Los subdominios de RdRp se colorean de la siguiente manera: pulgar – rojo; palma – verde; dedos – amarillos; dominio de nucleotidil transferasa asociado a nidovirus RdRp (NIRAN) – azul; interfaz – cian. ( b ) Los motivos estructurales conservados dentro del subdominio de la palma y que conforman el sitio activo se colorean de la siguiente manera: motivo F – naranja; motivo A – amarillo; motivo B – azul; motivo C – verde; motivo D – magenta; motivo E – cian. Fuente: https://doi.org/10.1038/s41598-020-66440-9

El descubrimiento

Al superponer la estructura de la polimerasa del virus de la hepatitis C al unirse al sofosbuvir con la polimerasa de SARS-CoV-2 se pudo comprobar que las estructuras que unen se unen al fármaco están presentes en el virus causante de COVID-19. Estás estructuras se han observado también en SARS y MERS lo que abre la posibilidad de que el antiviral pudiera usarse contra los tres agentes. La polimerasa a la que se pega el medicamento es una enzima indispensable a la hora de infectar.

Aun faltan hacer estudios in vitro para, posteriormente, realizarlo en modelos animales y humanos. Pero definitivamente no es una propuesta menor la emanada de los laboratorios de la UNAM. ¡Imagina qué podrían hacer los científicos mexicanos con un mejor presupuesto!

Otra más de recortes

Simultáneo a la inauguración del ecológico tren de diésel (¿por qué no habrá sido de carbón?) que atravesará selvas y manglares, reservas naturales y playas, se anunció el recorte del 75 % a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, CONANP.

Bueno, ya quedamos que este gobierno no lee ciencia, tampoco le interesa la ecología, pero como a usted sí quiero comentarle que:

En marzo salió publicado en Nature Climate Change un artículo que reporta que en menos de 30 años entre la erosión y el incremento del nivel de los mares secundarios al cambio climático arrebatarán un promedio de 100 metros a los arenales costeros. ¿Adivina cual es uno de los países que más afectado se verá? ¡Exacto! México y sus 5,100 km de playas.

La anchura de las playas disminuirá de manera irremediable. Pero será en mayor o menor medida dependiendo del futuro elegido por los humanos: Uno con menos emisiones. O el de la 4T, con refinerías y carboeléctricas; sin fotoceldas y ventiladores [sic] generadores de electricidad.

Publicado previamente en LJA.mx