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Mi padre

Última actualización el 28/febrero/2023

Nunca lo ví andar en bicicleta, pero él me enseñó y me motivó cuando le quitó las “rueditas” a la mía.

Él abría las cámaras sin recorrer el rollo (no hay fotos de su luna de miel), pero me compró mi primer cámara réflex (y lentes) cuando vió que me gustaba la foto.

No sabe nadar, pero me hizo creer que sí para que aprendiera a nadar yo.

No es bueno expresando sus sentimientos, pero los hace sentir. Me enseñó a amar, a estar para los demás.

No juega ajedrez, pero él me enseñó las reglas. ¿Y qué tal el dominó?

No tiene “oído musical”, ni sabe de compositores y directores, pero me enseñó a disfrutar de la música académica. Me llevó a conciertos y museos.

Hablando de museos, no es famoso, pero dibuja y pinta en forma autodidacta que me da envidia. Jamás aprendí a dibujar como él.

No suele hablar mucho, pero escribe… Escribe cartas que te hacen llorar en medio de un salón del hospital cuando las descubres en el termo de café que te preparó.

No acostumbra cocinar, pero me enseñó a limpiar la carne y prepararla en el punto exacto. No es un gourmet, pero me enseñó a probar de todo. Y, sobre todo, me enseñó a levantar la mesa y lavar los trastes.

Desde que recuerdo se sienta en la cocina a beber un café (a veces un whisky o una cerveza) y a leer. Puede ser una novela o de Medicina.

Me enseñó el amor por los animales y las plantas.

A que no sabemos nada, pero que eso nos da la oportunidad de aprender mucho y, aun así, seguiremos sin saber nada.

Gracias a él conocí a mis abuelos: a su padre, y a su suegro, para él, sus mejores amigos.

Puede que esté lleno de defectos, mas es en eso en lo único que lo supero, pero cada “carencia” la suplió con creces con virtudes y su amor.

Y en resumen, lo diré siempre, él es y será mi porqué…

Por él ando en bicicleta, tomo fotos, nado, leo, juego ajedrez y dominó, escribo, cocino, como, bebo café, disfruto aprender, leo, amo a los perros, tengo frutales en mi casa, soy médico… disfruto de mi familia y de mi casa.

En resumen, por él soy quien soy.

Espero algún día ser el ser humano que es él, mi padre.

¡Qué más quisiera que poder pagarle a mi padre todo lo que ha hecho, y sigue haciendo, por mí! Mas no me gusta nada esta opción que me plantea la vida.