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No queremos aplausos

Pues con la novedad que este domingo (26 de marzo del 2020) la secretaria de Economía, Graciela Márquez Colin y el director del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo, comentaron en su conferencia sobre los «planes de apoyo económico» ante la crisis por la pandemia de COVID19 que diariamente, entorno a las 18:30 hrs., se realizará un homenaje al personal de salud.

Estoy convencido que no soy el único miembro del equipo de salud que piensa pueden guardarse los aplausos para su jefe, ¡él si que disfruta que lo llenen de alabanzas! Los profesionales de la salud estamos conscientes de cuál es nuestra responsabilidad, la tomamos convencidos y por vocación, algo que muchos de ellos no conocen. Lo que esperamos en los hospitales y en las calles quienes velamos por el bienestar de la ciudadanía, es que tengamos el material mínimo indispensable para trabajar con seguridad y ofrecerles a los pacientes un tratamiento de calidad. (Vaya forma de destruir la palabra bienestar ha tenido la 4T).

Monitos de imitación

Esto de los aplausos ni siquiera es original de la tetratransformación, no, ya sabemos que les encanta ser monitos de imitación. Italia y, particularmente, España han hecho este tipo de homenajes al equipo de salud desde el inicio de la pandemia. Pero no sólo han imitado lo bueno. España suma ya más de 31,000 infectados entre médicos, enfermeras, inhaloterapistas, químicos, camilleros, personal de intendencia y otros miembros del equipo de salud; el número de muertos es incierto, pero desde luego no es pequeño. Este mismo fin de semana, cuando Márquez y Robledo exponían su original idea, en España se fraguaba una protesta cibernética contra el gobierno por la falta de equipos de protección para el personal de salud.

En la ya famosa entrevista que dio Hugo López Gatell a Richard Ensor, el «zar anticoronavirus» confesaba que México le había vendido a China cubrebocas, y vaya usted a saber cuántas cosas más, en febrero. El mismo dr. López Gatell ha insistido que, desde enero, él nos advirtió que la pandemia llegaría a nuestro país, pero se aventuró a vender el poco equipo con el que contábamos, «tan tan» López Gatell dixit. Ya en febrero, cuando México vaciaba sus arcas para vender al pueblo chino nuestro material de protección, estos le «donaban» y luego vendían a Italia material del que, nada más llegar, los médicos de la bota itálica denunciaron su deficiente calidad.

En otro ejemplo de la imitación: España también reportaba que los cubrebocas se agotaban, principalmente los estaba comprando a granel la comunidad china para enviarlos a su país de origen. Ya que el equipo que rodea al presidente es tan brillante (sarcasmo) no se les pudo haber ocurrido la pregunta: ¿Por qué China nos compra material de protección y al mismo tiempo le dona a los italianos lo que ellos producen?

México, al igual que España, ha llamado a médicos que no están en el sector público, incluso a jubilados, a engrosar las filas de quienes lucharán contra el SARS-CoV2. En España han prolongado un año a los residentes que iban a terminar este mes sus especialidades. Como dice uno de ellos, pudieron haberlos contratado ya como adjuntos, pero no, los dejarán como becarios. Es más, la cosa es tal en la península ibérica que están contratando estudiantes del último año.

¿Cuál es la contraparte mexicana? Hace unos días tanto la Universidad Nacional Autónoma de México como el Instituto Politécnico Nacional entre otras universidad, públicas y privadas, decidieron retirar a sus médicos internos de pregrado de los centros de prácticas médicas por no contar con las garantías de seguridad necesarias. Ayer me llegaba una carta expedida por las autoridades del IMSS en un tonto bastante amenazante que cita: «Las y los médicos internos y pasantes que no se incorporen el 1° de mayo de 2020 a su programa académico y operativo, tendrán un proceso distinto de reincorporación hasta un nuevo ciclo académico y bajo los términos que el IMSS y las instituciones educativas de su procedencia definan«. Recordemos, fueron las instituciones educativas quienes determinaron su salida.

Seguimos sin material

Al igual que las autoridades españolas, México ha optado por comprar, como ya mencionamos, material de protección a China. Menos de una semana antes de que se efectuara el primer vuelo a China circulaban por las redes fotografías y videos del personal de salud de Francia mostrando como se deshacían las batas de protección que les habían llegado del país asiático.

Al llegar a nuestro país empezaron a repartirlas, y tan sólo recibirlas los gobernadores emanados del PAN empezaron a protestar por la calidad de los mismos. No tardó el nuevo héroe de la mitología mexicana, Hugo López Gatell, en decir que el material repartido no era parte del comprado, aunque según él había anunciado ya se estaba entregando desde una semana antes, sino que pertenencía a un donativo. Aclaró el nuevo héroe que las «batas transparentes no tienen una indicación de uso clínico. No son para médicos y enfermeras porque son un material muy delgado. […] lo que se pretende es tener una bata simple para el personal comunitario con riesgo de exposición bajo»

Hoy por hoy, siguen anunciando con bombo y platillo cada vuelo que regresa de China con material. Las compras empezaron después de declarar la fase 2 de la emergencia cuando, hasta la fecha, presumen que han trabajado desde el 3 de enero para tener todo listo. Hoy argumentan que los mercados están sobresaturados en la compra de material médico, ¿pero si lo hubieran comprado en enero?

Se menosprecian los contagios en el personal de salud

En fin, no es lo único. El señor Zoé Robledo Aburto, que hoy pide aplausos, tuvo a bien negar la existencia de brotes dentro de los hospitales de la institución que él preside. Minimizó el que se dio en el Hospital General Regional No. 72 en Tlanepantla y además mintió asegurando que no se había dado al interior, dejando como mentiros a médicos y enfermeras del nosocomio. Además aseveró se cumplen con todas las normas y protocolos de seguridad.

Basta ver como hasta hoy, no pasan 3 días sin que haya al menos una manifestación por parte del personal de alguno de los hospitales del IMSS. Hoy 27 de abril, mientras escribo esto, el personal médico de Medicina Interna y los médicos residentes del Hospital General Regional No. 1, Dr. Carlos Mac Gregor Sánchez Navarro mejor conocido como Gabriel Mancera, emplazaban a paro si no se cumplían sus solicitudes de contar con más personal y material. Al parecer mañana llegarán 16 nuevos galenos, ¿de dónde los habrán sacado? Pero no sólo hubo protestas hoy en el Gabriel Mancera (uno de los hospitales bastión del IMSS), sino que el personal de no nada menos que el C.M.N. La Raza bloqueó Avenida Vallejo para protestar por la falta de insumos para trabajar.

¿Llegará el material solicitado? ¿De qué calidad será? No dudo que en unos días tengamos nuevas protestas y una serie de fotografías y videos mostrando la deficiente calidad del material repartido. Por cierto, fue apenas hace tres días que el director del IMSS daba el banderazo de salida a un millón de piezas de protección de trabajadores de la salud, según el comunicado de prensa número 218/2020 de dicha institución, justo 30 días después de haberse declarado la fase 2 de emergencia sanitaria.

Así que no, no queremos aplausos señora Graciela, queremos que desde su puesto gestione recursos para que nos llegue material para poder trabajar, para contratar a más compañeros con sueldos justos incluso, que les garanticen una plaza a futuro. Como dice su amado líder en México hacen falta más médicos. Pues ya que los van a contratar, asegúrenles que por sus actos serán recompensados (ya que nuestro sermonero mañanero anda muy bíblico). Porque ya sabemos que les gusta imitar, en España ya están pensando en volver a dejar en la calle a todos aquellos médicos que se sumaron a la lucha contra el coronavirus.

No queremos aplausos señor Zoé, queremos que se ponga a trabajar: Deje de ser un modelito más para salir en la foto, y actúe. No queremos aplausos señor López Gatell, queremos que deje de culpar a otros, de acusar a quienes le señalan sus errores de «inestabilizadores» del sistema; deje de responsabilizar a las autoridades estatales de no reportar oportunamente cuando hasta la prensa tiene los datos más actualizados que el sistema de Vigilancia Epidemiológica. Esperamos que se pongan a leer la información que sale diariamente y se actualicen, hay cambios sustanciales en las presentaciones clínicas y en las medidas preventivas, deje de ser tan terco como su jefe supremo.

No queremos aplausos, como dicen mis colegas españoles, «no somos ni héroes ni mártires», somos médicos, enfermeras, inhaloterapistas, rehabilitadores, camilleros, vigilantes, personal de cocina, limpieza, mantenimiento, ingenieros, administradores, y un largo etc. de personas que estamos interesados en seguir trabajando sirviendo a los demás, pero que pedimos tener las condiciones para hacerlo con dignidad y seguridad. Recuerden, en este momento SOMOS EL ÚNICO RECURSO QUE TIENEN, ¡cuídenlo!

Ya decía yo el otro día, el gobierno no sabe qué hacer, porque no se escuchan reclamos para mayores salarios, no se piden dádivas, ni regalos, ni recortes de horarios laborales, ni ‘huesos’. ¡Se piden herramientas para seguir trabajando, ayudando a los demás, se piden condiciones para hacerlo mejor!

Por otra parte veo que hay propuestas de la iniciativa privada para también llenar de aplausos las calles, ¡qué bonito!, ¡qué satisfacción! Pero prefiero ya no ver gente corriendo, andando en bicicleta o reuniéndose a tomar y cantar kareoke o simplemente haciéndose el tonto en las calles cuando debieran estar recluidos en sus casas. Tampoco queremos los aplausos por solucionar los desastres que ocasionan con su insensatez e irresponsabilidad.